viernes, 15 de julio de 2011

Usted es la culpable

alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Gana Perú quiere responsabilizar de todo a la prensa.

Por mal camino vamos si el equipo del presidente Ollanta Humala se emperrechina en echarle toda la culpa de sus pachotadas a la prensa, pero por ahí parece que andaremos a tenor de lo que andan diciendo.

Esto puede ser la secuela de una campaña electoral donde un sector de medios tiró por la borda los principios elementales de decencia periodística para demoler a Humala y franelear a Keiko Fujimori, al extremo de despedir a los periodistas que no olfatearan oportunamente lo que querían ‘sus amos’.

En dicho contexto era entendible la queja de Gana Perú contra la prensa. Pero cuando ya después de la elección la vicepresidenta electa
Marisol Espinoza dice la barbaridad de que los medios generaron el escándalo creciente del viaje indebido de Alexis Humala a Rusia, el panorama se vuelve preocupante.

Y, peor aún, cuando
Espinoza le exige a la prensa que muestre los contratos que habría firmado Alexis Humala en Moscú, cuando ella sabe, mejor que nadie, que el problema en que se ha metido el hermano del presidente electo –y, de paso, a este en un desprestigio peligroso– no es legal sino ético.

Lo mismo se concluye cuando se observa a los integrantes del equipo económico de Gana Perú –gente que usualmente es sensata–
sostener que la prensa tiene la culpa de la incertidumbre económica y del deterioro de la expectativa empresarial.

Son excusas mentirosas. El escándalo de Alexis Humala no lo creó la prensa sino la
imprudencia temeraria de un hermanón cuya voracidad es tan sólida como su torpeza.

A su vez, la incertidumbre empresarial –el principal factor de la desaceleración económica– tampoco es culpa de la prensa sino de un presidente electo que, por su trayectoria, debió ser consciente de que sus mensajes –sobre políticas públicas, alianzas y gabinete– debían ser más oportunos.
Él debería ser el más interesado en reducir su déficit de confianza ante la inversión, y darle prioridad a eso en vez de seguir viajando, como en los días siguientes, a Venezuela, Cuba y México.

En este contexto, son sorprendentes los reclamos de ‘ya paren la mano’ con lo de Alexis de algunos periodistas e, incluso, de políticos como Luis Bedoya Reyes, quien acaba de declarar que
“no debilitemos al hombre que presidirá el país porque esa debilidad va a afectar la normalidad del gobierno”.

La prensa independiente no está, sin embargo, para ejercer el franeleo con el entusiasmo que se lo piden algunos políticos y la voluntad con que algunos ‘colegas’ lo practican. Antes que con el gobierno y la gobernabilidad; que con sus lectores o su audiencia; o que con el propietario del medio; el
compromiso central de un periodista es con la verdad, y a buscarla es que debe dedicarse. Lo otro no es periodismo, es franeleo.

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