Por Idel Vexler
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2007-2008) la tasa de embarazo es de 13.6% en adolescentes entre 15 y 19 años.
.
De este grupo, el 50% tiene un segundo embarazo antes de los 2 años posteriores.
.
El 37% de los embarazos se presenta en mujeres con bajo nivel educativo.
.
Además este estudio muestra que el embarazo en adolescentes constituye la segunda causa de deserción escolar (17%). Estos datos, como es lógico, han generado una gran preocupación.
.
Por tal motivo, el MINEDU, desde el 2008 en una directiva nacional de Tutoría, ha dispuesto que ninguna niña o adolescente embarazada o madre debe ser impedida de iniciar o proseguir sus estudios en el mismo turno o modalidad educativa.
Por tal motivo, el MINEDU, desde el 2008 en una directiva nacional de Tutoría, ha dispuesto que ninguna niña o adolescente embarazada o madre debe ser impedida de iniciar o proseguir sus estudios en el mismo turno o modalidad educativa.
.
Además delega en el director de la institución educativa la responsabilidad para tomar las medidas del caso, con el fin de evitar cualquier forma de discriminación.
.
.
Por otro lado, recientemente se ha promulgado la Ley 29600, que establece que las instituciones educativas quedan prohibidas de expulsar o limitar de algún modo el acceso al régimen escolar de las alumnas embarazadas o madres.
.
.
Estando de acuerdo en que debemos persistir en la protección de nuestras alumnas embarazadas para que puedan continuar sus estudios y, al mismo tiempo, tener una gestación adecuada, es conveniente reiterar que lo primordial es desarrollar una significativa educación sexual integral para revertir esta situación. Desde luego, con la participación del hogar, la escuela y la sociedad en su conjunto.
.
.
Por eso es indispensable fortalecer las acciones educativas y pedagógicas en los planteles, en el marco del currículo escolar, para lograr que las personas aprendan a tomar “decisiones responsables” en el ejercicio de su sexualidad.
.
.
No se trata entonces solo de tomar medidas remediales o compensatorias; sino, principalmente, de asumir todos el desarrollo de políticas y programas de educación sexual, que ofrezcan información técnica de calidad, que respeten la diversidad y los derechos humanos, incluyendo aprendizajes no solo de carácter biológico y reproductivo, sino también, referidos a los aspectos socio-emocional y ético-moral.
.
.
Por eso considero que el gran desafío social y educativo que tenemos es el de educar para evitar el embarazo precoz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario