domingo, 24 de abril de 2011

“De los errores también se aprende”

Verónika Fanny Mendoza Frisch será uno de los rostros jóvenes que veremos en la bancada Gana Perú en el próximo Parlamento. Fue electa con 40,032 votos en el Cusco, una región en la que el partido de Ollanta Humala obtuvo el 62.6 % de respaldo en primera vuelta. Psicóloga, antropóloga, educadora y militante fundadora del PNP, aquí ensaya una defensa de su satanizada organización política.

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Por Flor HuilcaFoto Rocío Orellana

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Jean gastado, polo informal, muy poco de maquillaje y una mochila al hombro, así llega Verónika Mendoza a la entrevista. Su look todavía es el de una universitaria, una impetuosa dirigente juvenil, aunque su voz sosegada nos hace pensar más bien lo contrario. Cuenta entonces que forma parte del nacionalismo desde que era un colectivo obsesionado con llenar de firmas los planillones que los conviertan en un partido legal y facultado para la competencia electoral. Ha trabajado, dice, “desde abajo y desde adentro” en el nacionalismo porque es un proyecto identificado con sectores populares del país.

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–¿Cuánto ha influido en su ascenso dentro del partido, y que usted haya presidido la lista parlamentaria en el Cusco, el hecho de haber estudiado con Ollanta y Nadine en Francia?

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–Tuve el gusto de conocer a Ollanta cuando empezaba su doctorado en Ciencias Políticas; compartimos la misma universidad, nos conocemos de esa época, pero quienes propusieron mi candidatura fueron las bases. En particular, tuve el respaldo de los jóvenes y las mujeres.

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–Y ya que es fundadora del nacionalismo, ¿no cree que este giro hacia el centro dice mucho de la viabilidad de sus propuestas o es parte de la estrategia electoral?–No; obedece a los resultados de la primera vuelta. Si tuviéramos una mayoría absoluta insistiríamos en las propuestas iniciales, pero entendemos con mucha madurez que tenemos que buscar el consenso y algunas concesiones, conservando los ejes centrales del proyecto nacionalista, que son priorizar a los sectores sociales.

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–Pero hay electores que simpatizaban con esa radicalidad que pueden sentirse defraudados ahora.

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–Tenemos la responsabilidad de hacer un trabajo de pedagogía política. Para nosotros es más difícil todavía porque el 62% de los cusqueños aprobó el proyecto nacionalista. Es nuestra responsabilidad explicarles que, al no haber alcanzado la mayoría absoluta, tenemos que generar consensos, instancias de diálogo e ir avanzando poco a poco. La historia dirá si en otro momento la mayoría política se focaliza en otro proyecto. Nosotros vamos a hacer todo lo necesario para satisfacer demandas inmediatas; algunos temas de fondo serán postergados hasta que la situación política pueda cambiar.–¿Y hasta dónde se va a correr? A estas alturas ya no queda mucha diferencia entre lo que era Toledo y el Ollanta de ahora; ya tienen incluso a sus técnicos.–La esencia del proyecto se mantiene; los técnicos de PP están allí para aportar en ese ámbito, pero la dirección política la va a seguir dando el proyecto nacionalista. La principal diferencia está en que representamos una esperanza; todavía no hemos gobernado y no hemos defraudado como otros partidos que no han cumplido sus promesas y más bien son famosos por faenones y megacorrupción. Se debe recordar que la procacidad en política no es exclusividad de los partidos tradicionales. Los nacionalistas han tenido escándalos como “el planchacamisas” o “el mataperro”. Verónika se agarra la cabeza, se tapa la cara y dice: “De los errores también se aprende; se ha hecho un esfuerzo importante en la selección de candidatos y tendremos una mejor representación”. Cree además que una señal para recuperar la confianza en el Parlamento debe ser eliminando la inmunidad parlamentaria.–¿Cuál será su agenda parlamentaria?–Tenemos varios ejes de trabajo, pero nuestra prioridad será aprobar la consulta previa, la ley de ordenamiento territorial, porque no es posible que haya concesiones indiscriminadas, en la provincia de Chumbivilca. El 93% del territorio del Cusco está concesionado en mineras; ya no queda espacio para desarrollar proyectos agrícolas ni pecuarios. Las concesiones no pueden decidirse desde el Ejecutivo sin la concertación con gobiernos regionales, locales y la sociedad civil. Otro tema que nos preocupa es el agua; con la última Ley de Recursos Hídricos han quedado desprotegidas las cabeceras de cuenca que están sujetas a concesión y contaminación. No se trata de expulsar la inversión minera, pero sí de proteger el medio ambiente, todo en el marco de derecho.–Compartirá el Congreso con Kenji, Richard Acuña y Luciana León. ¿Qué piensa de esos políticos de su generación?–Representa la diversidad que hay en el país. Uno no escoge a la familia, sin embargo tiene que aprender a convivir con ella, a llegar a consensos. Seguramente habrá aspectos en los que no vamos a coincidir, pero eso no significa que no podamos discutir, consensuar y ponernos de acuerdo en algunos aspectos y luchar juntos para sacar adelante el país.–Si dice que hay interés de los jóvenes por el cambio, ¿cómo explica que en las últimas elecciones respaldaran opciones de continuidad, entre ellas PPK?–Eso de que todos los jóvenes están con PPK es relativo. Tiene que ver con el copamiento en las redes sociales. Un porcentaje mayor respaldó a Gana Perú; tenemos una militancia nacionalista joven, fuerte y pujante que motiva al partido no solo en campaña. Los jóvenes que están con PPK se mueven por la coyuntura electoral, pero los jóvenes de Gana Perú están participando. Es importante generar partido, militancia, renovación, dirección política.–Esa renovación no se ve en su partido, porque si Ollanta no participa en las elecciones no hay buenos resultados. ¿No están reproduciendo el caudillismo que cuestionan?–El caudillismo no es propio de los partidos sino de la sociedad. Es difícil luchar contra eso, pero hay que sentar las bases del cambio a través de escuelas de formación política, de debate, no solo con la militancia sino con la sociedad. Por eso me apena escuchar a PPK decir que no hay que hacer partido porque apestan. Si no hay partidos, ¿dónde se generan los cuadros?, ¿dónde se consolidan los equipos técnicos con visión política? Si todo va a ser un sancochado en un momento electoral, ¿a dónde vamos? Es necesario construir partidos. “Ninguna empresa me ha financiado”–Gana Perú no tiene mayoría en el Congreso. ¿Cómo van a lograrla gobernabilidad?–Vamos a tener una bancada fuerte. Hay otras bancadas con las que vamos a establecer una alianza; se está dando esa posibilidad con Perú Posible, lo cual nos permitiría tener mayoría para defender algunos aspectos. –¿Cuánto gastó en su campaña y cómo la financió?–Ha sido una campaña austera en toda la región. No regalamos ni un polo; teníamos cinco pintas en toda la región. Hemos gastado 40 mil soles que han sido parte de mis ahorros, la herencia que me dejó mi madre, apoyo de mi padre y donaciones de los compatriotas. He preferido no recibir apoyo de ninguna empresa.

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Perfil• Nombre: Verónika Mendoza Frisch.
• Nacimiento: 09/12/l 1980.
• Cargo político : Congresista electa.
• Departamento: Cusco.
• Cargo partidario: Vocera de la Comisión de las Mujeres Nacionalistas, Cusco.
• Estudios: Licenciada en Psicología, Universidad de Denis Diderot, Francia; Magíster en Ciencias Sociales, Universidad Sorbona Nueva, Francia; Enseñanza de Español, Universidad Nacional de Educación, España.
• Especialidad: Educación intercultural bilingüe

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