sábado, 20 de agosto de 2011

Luis Basaigotia ingreso a la posteridad

Nacido en Ucayali, hace 43 años atrás, Luis Alberto Basagoitia Cárdenas difícilmente podría haber avizorado el trágico accidente en el que acabarían sus días. ¿Cómo podría haber adivinado que ceder su vuelo a una paciente que tenía un niño prematuro y tomar otra avioneta dos horas después le ocasionaría la muerte? ¿Por qué, ante la noche que cerraba no decidió quedarse y pernoctar en Iparía para venir al día siguiente más seguro? Son preguntas difíciles de responder y que atormentarán por un tiempo a quienes llegaron a estimarlo y compenetrarse con su calidad humana y su forma de ser.
Sin embargo, de lo que se creemos fue consciente fue del nivel de importancia que estaba alcanzando su gestión al frente de la Dirección Regional de Salud, tan convulsionada y tan necesitada de mayor presupuesto y de impostergable atención.
Basagoitia Cárdenas, quien desde muy pequeño corrió en medio de la polvareda o del pegajoso barro en la que se convertían las calles de la antigua Pucallpa para llegar a su centro de estudios, primero al colegio Auristela y en la secundaria a La Inmaculada fue clásico prototipo del joven emprendedor de la Amazonía y específicamente del profesional ucayalino, pues, luego de viajar a Lima a estudiar en la Facultad de Medicina de San Fernando, una de las principales facultades de la Universidad Mayor de San Marcos, nunca olvidó sus orígenes y en cuanto pudo decidió regresar y asentarse con toda su familia en el pueblo que lo vio nacer.
Basagoitia Cárdenas entre las ramas de la Medicina se especializó en traumatología, sin embargo, lo que más le bullía en el cerebro era como mejorar su servicio de atención de la salud a la población, de ahí que el año pasado aceptó el reto de candidatear en la lista de Manuel Vásquez Valera, dando el rostro fresco a los líderes de la izquierda regional; sin embargo, cuando perdió la elección no se hundió en el resentimiento ni desconoció a quien ocasionalmente lo derrotó, al contrario, cuando el año pasado fue invitado a asumir la Dirección Regional de Salud, en la lista contraria, a la que él hizo oposición, también aceptó el reto.
Y no es que pensará sólo en sí mismo, sino que como él mismo lo dijera en más de una oportunidad, pensaba en como servir mejor a su pueblo. Claro, no faltó alguno que lo llamó “traidor”, “oportunista”, los hechos, sin embargo, demostraron que Luis Basaigoitia Cárdenas, al margen de sus opiniones políticas había decidido ponerse el overol del servidor público en beneficio de su región, Ucayali.
¿Y qué es lo que logró o ayudó a conseguir? Primero consolidó la gestión para que el sector Salud reciba aproximadamente 26 millones para la construcción o remodelaciones de los centros de salud de Neshuya, San Alejandro, Monte Alegre, Irazola, priorizó la lucha contra la TBC, el programa de las universidades saludables, la construcción del mini hospital de Iparía, a la que el día de la desgracia había ido a firmar el convenio de la próxima millonaria inversión, entre otras importantes gestiones.
Será la población la que al final honrará la memoria de un médico ucayalino identificado con el devenir de su población, un médico que pudiendo hacer carrera en otras ciudades priorizó Pucallpa en su vida. Aquí compartió sus días con su esposa Olga Elvira Carrillo Vásquez, con quien tuvo 3 pequeños hijos. Luisito de 7 años, Gaby de 6 y Abraham de 2. No sólo ellos lo recordarán. Y es que Lucho Basagoitia ha dejado su nombre a la posteridad

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